La pandemia ha hecho que muchas cosas cambien en el mundo de las lunas de miel. Los hoteles y las aerolíneas ya no operan igual, los destinos turísticos se han visto obligados a cerrar sus puertas o a limitar su aforo, incluso las actividades que tradicionalmente hacían populares a ciertos lugares ya no son lo mismo. Pero tranquilos, esta situación solo exige una adaptación civilizada por parte de todos, mas no una resignación total a pasar su luna de miel en casa.
La clave para triunfar con este viaje tan esperado por los dos es que planifiquen con el mismo tiempo de antelación que se tomarían si las cosas siguieran en la “normalidad”. Deben tener claro cómo y en qué momento dan cada paso, por eso les compartimos los detalles más importantes a considerar.
Protocolos de higiene en el transporte
Todos los medios de transporte han cambiado sus normas de funcionamiento o al menos así debería ser. Las centrales de autobuses y los aeropuertos tuvieron que establecer filtros de seguridad para evitar o reducir en mayor medida el índice de contacto y contagios entre sus pasajeros. Esto depende mucho de la línea con la que viajen, pero, por lo general, les solicitarán un certificado médico, el llenado de un cuestionario para detectar síntomas, tomarse la temperatura, acudir con cubrebocas, pasar por un tapete desinfectante y lavarse constantemente las manos o usar gel alcoholado.
Revisen las normas constantemente, incluso el día en que partirán porque todo puede cambiar. Deberán tener especial cuidado con el tema de las fronteras si harán un viaje internacional. Algunas aerolíneas ofrecían alimentos en el trayecto, pero esto ha tenido que cambiar para reducir el tiempo en el que los pasajeros no usan el cubrebocas, por lo que tendrán que prepararse y viajar con el estómago lleno.
Al interior del avión se busca que no haya líneas de asientos llenas y que se mantenga la sana distancia entre cada uno –salvo que se viaje en pareja–, pero algunas aerolíneas se permiten la venta total de sus boletos y garantizan la limpieza de las cabinas con desinfectantes electrostáticos.
Medidas en el servicio hotelero
El sector hotelero también ha tenido que tomar cartas en el asunto, sobre todo con los servicios de aire acondicionado, la desinfección de la ropa de cama y cada rincón de sus habitaciones.
La mayoría evita aglomeraciones en sus áreas comunes y obsequia a sus huéspedes kits de desinfección, aunque no está demás que ustedes vayan preparados con toallitas desinfectantes, gel alcoholado, mascarillas de repuesto (se aconseja las certificadas KN95 para usar en el autobús o avión y reciclables tricapa de algodón para el uso diario) e incluso guantes de látex para mayor seguridad en determinados casos. De cualquier forma, les sugerimos revisar las normas y recomendaciones de las líneas en las que viajen o de los lugares donde se hospeden.
Servicios digitales
El mundo ha dado a un paso agigantado (y casi forzoso) a la digitalización de absolutamente todos los servicios básicos y turísticos. Así que procesos como las reservaciones, los check in, la compra de entradas para espectáculos o museos, pagos y registros a diversas actividades, ahora se hacen en línea para reducir el contacto físico con los trabajadores de todas las empresas.
Si no están familiarizados con las aplicaciones para teléfonos móviles y la tecnología en general, lo mejor será que traten de aprender antes de viajar, porque es casi seguro que la necesitarán. Incluso en algunos restaurantes el menú ya solo se muestra a través de un código QR que pueden leer con su smartphone. ¡Siempre es bueno aprender!
Reservaciones de última hora
La estrategia de reservación se ha tenido que invertir para los lunamieleros; anteriormente, la recomendación era cazar ofertas de vuelos con mucho tiempo de antelación, pero ahora todo es tan incierto que lo mejor es reservar conforme se vaya acercando su fecha de salida para evitar sorpresas desagradables como vuelos cancelados o fronteras cerradas.
Y si lo que les preocupa son los precios, descuiden, no estarán por los cielos, después de todo, el mundo entero está buscando su reactivación económica a como dé lugar. Si bien pueden recurrir a una agencia de viajes para que monitoree todo por ustedes, no es algo imposible de hacer personalmente.
Los “nuevos” destinos
Quizás esto sea lo más maravilloso de la nueva normalidad en cuanto a las lunas de miel. Muchos destinos poco populares hasta el momento se están dando a conocer entre las parejas de recién casados, pues por su baja afluencia se convierten en ideales para celebrar el amor en completa calma y menor riesgo de contagio.
Algunos de estos destinos suelen ser zonas protegidas, así que tienen una doble responsabilidad al visitarlos, deben ser respetuosos y cuidar los espacios. Si necesitan algunas ideas concretas de estos sitios, busquen playas vírgenes, bosques montañosos o pueblos con ese encanto de romance que México sabe esconder tan bien.
Cancelación flexible
Los servicios de transporte y de hospedaje están siendo muy flexibles con las cancelaciones y reprogramaciones, y no era para menos, la situación por la que se atraviesa mundialmente no está en las manos de los viajeros, así que sería injusto que perdieran su dinero por normas de salud que cambian con suma frecuencia y casi sin previo aviso.
La recomendación es que no dejen de revisar las políticas de cancelación de cada uno de los servicios que pagaron o pagarán y, no estará de más, contratar un buen seguro de viaje previendo cualquier contratiempo.
Experiencias personalizadas
Un gran punto a favor de la “nueva normalidad” es que las actividades en los destinos turísticos son más exclusivas y, por ende, más personalizadas. La mayoría de las actividades deportivas en las que el contacto con otros era necesario, fueron suspendidas, pero en su lugar se promovieron y pulieron las que se realizan individualmente o en pareja. También se ofrecen reservaciones más íntimas en lugares elegantes para cenar, picnics empaquetados, paseos en viñedos y catas de vino, entre muchas otras, según el lugar que visiten.
Ahora ya lo saben, la luna de miel no tiene por qué cancelarse, solo debe planearse de manera diferente y, sobre todo, segura. Preparen sus maletas y mascarillas, y ¡a disfrutar con precaución!